NOCHES BLANCAS
Novela corta publicada en 1848 y escrita por Dostoievski cuando tenía 27 años (aproximadamente los mismos que los que tenía el protagonista de la novela).
Personajes: Narrador y Nástenka.
FICHA:
Editorial: Siruela
Formato: Tapa Dura
Año: 2007
Páginas: 54
Precio: 30 euros
Traductor: Bela Martinova
De una novela de poco más de cincuenta páginas podríamos esperar poco, pero cuando el autor de esa novela breve o relato es Dostoievski abrimos la mente, pegamos los ojos al papel de las hojas del libro y empezamos a descifrar con ansias lo que esas letras -que por separado no nos dicen nada- nos muestran cuando las une el genio moscovita.
Y entonces surge en nuestra cabeza el placer; el placer de sentirnos vivos, de conocer hasta el último rincón de la mente y el corazón de los protagonistas del relato; de unos personajes que en poco más de cincuenta páginas nos abren sus corazones, que nos muestran sus ganas de amar y ser amados, que por fin quieren sentir como la vida corre por sus venas. Y todo en cincuenta páginas...
La historia nos la cuenta un narrador que es el protagonista del relato; una persona taciturna que a pesar de vivir en una gran ciudad como San Petesburgo no habla con nadie; su distracción consiste en pasear por los mismos sitios a diario, fijarse en las personas y en los edificios y contentarse con los que de ellas puede percibir. Y así pasan los años (ocho) hasta que por casualidad una noche conoce a Nástenka de la que se enamorará locamente. A lo largo de cuatro noches se ven y se cuentan sus historias personales; el narrador es un soñador porque es lo único que tiene en la vida (sus sueños); Nástenka le cuenta que está enamorada de un inquilino que vivía en casa de su abuela pero que cree no ser correspondida.
Y llega la cuarta noche cuando el inquilino no aparece en la cita y todo parece solucionarse; el narrador y Nástenka se prometen amor eterno. Sus vidas tristes hasta el momento que parecían noches oscuras, de repente, se convierten en noches blancas donde la luz vence a la oscuridad por unas horas. Y ciertamente la victoria de ese amor es solo momentáneo porque sucederá algo que podría hacer cambiar esa historia pero mejor que la lean y disfuten...
Por cierto para quien no sepa qué es una noche blanca les cuento que son unas noches en las que la oscuridad no llega a hacerse plena en los últimos días del mes de junio siendo famosas las que se producen en San Petesburgo.
Novela corta publicada en 1848 y escrita por Dostoievski cuando tenía 27 años (aproximadamente los mismos que los que tenía el protagonista de la novela).
Personajes: Narrador y Nástenka.
FICHA:
Editorial: Siruela
Formato: Tapa Dura
Año: 2007
Páginas: 54
Precio: 30 euros
Traductor: Bela Martinova
De una novela de poco más de cincuenta páginas podríamos esperar poco, pero cuando el autor de esa novela breve o relato es Dostoievski abrimos la mente, pegamos los ojos al papel de las hojas del libro y empezamos a descifrar con ansias lo que esas letras -que por separado no nos dicen nada- nos muestran cuando las une el genio moscovita.
Y entonces surge en nuestra cabeza el placer; el placer de sentirnos vivos, de conocer hasta el último rincón de la mente y el corazón de los protagonistas del relato; de unos personajes que en poco más de cincuenta páginas nos abren sus corazones, que nos muestran sus ganas de amar y ser amados, que por fin quieren sentir como la vida corre por sus venas. Y todo en cincuenta páginas...
La historia nos la cuenta un narrador que es el protagonista del relato; una persona taciturna que a pesar de vivir en una gran ciudad como San Petesburgo no habla con nadie; su distracción consiste en pasear por los mismos sitios a diario, fijarse en las personas y en los edificios y contentarse con los que de ellas puede percibir. Y así pasan los años (ocho) hasta que por casualidad una noche conoce a Nástenka de la que se enamorará locamente. A lo largo de cuatro noches se ven y se cuentan sus historias personales; el narrador es un soñador porque es lo único que tiene en la vida (sus sueños); Nástenka le cuenta que está enamorada de un inquilino que vivía en casa de su abuela pero que cree no ser correspondida.
Y llega la cuarta noche cuando el inquilino no aparece en la cita y todo parece solucionarse; el narrador y Nástenka se prometen amor eterno. Sus vidas tristes hasta el momento que parecían noches oscuras, de repente, se convierten en noches blancas donde la luz vence a la oscuridad por unas horas. Y ciertamente la victoria de ese amor es solo momentáneo porque sucederá algo que podría hacer cambiar esa historia pero mejor que la lean y disfuten...
Por cierto para quien no sepa qué es una noche blanca les cuento que son unas noches en las que la oscuridad no llega a hacerse plena en los últimos días del mes de junio siendo famosas las que se producen en San Petesburgo.
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