"El amor médico" fue escrita como divertimento para el rey Sol, Luis XIV. Estrenada en 1665 su propósito era hacer una dura crítica hacia el oficio de médico pero utilizando el sentido del humor tal y como podemos apreciar en buena parte de los diálogos que aparecen en la obra; de todos ellos cabe destacar aquellos que protagoniza Liseta -señorita de compañía de Lucinda, quien está enferma de amor-.
La trama es sencilla, Lucinda es una joven que quiere casarse a toda costa pero que se encuentra con el problema de que su padre Sganarello -que ya aparece en otras obras de Molière- se niega a ello. Ante esta situación la chica cae enferma -evidentemente le está haciendo chantaje emocional al padre, algo que no se ha inventado en nuestros días- que decide contratar los servicios de cuatro médicos. En este momento el genio de Molière se agranda y asistimos a una crítica feroz hacia las personas que ofrecían ese servicio. Para ello se sirve de la amiga de Lucinda, Liseta, que cuando escucha que Sganarello va a contratar a los médicos dice:
Liseta: ¿Qué va a hacer, Señor, con cuatro médicos? ¿No hay bastante con uno para matar a una persona?
Sganarello: Tú cállate. Cuatro consejos valen más que uno.
Liseta: ¿Es que su hija no va a poder morirse sin ayuda de esos señores?
Sganarello: ¿Acaso los médicos matan?
Y más adelante Liseta que no se corta un pelo ataca de nuevo pero esta vez lo hace directamente a los médicos:
Liseta: ¿Pero qué? ¿Los Señores estaban ahí, y no piensan reparar el agravio que acaba de hacérsele a la medicina?
El Sr.Tomé: ¿Cómo? ¿Qué pasa?
Liseta: Un insolente que ha tenido el descaro de usurpar su oficio y que, sin receta de su parte, acaba de matar a un hombre de una gran estocada que lo ha atravesado de parte a parte
La obra termina como debe, es decir, en matrimonio. ¿Cómo lo consiguen Liceta y Lucinda? Fácil, consiguen que Clitandro -enamorado de Lucinda- se vista como médico y éste le indica a Sganarello que su hija está medio loca, pero que él -todo un dechado de buena persona- se sacrificará y le hará creer a la joven que se casará con ella con el consentimiento del padre que debe seguirle la corriente si quiere que su hija recobre la buena salud. El padre, un inocentón, acepta y de esa manera es burlado por la joven pareja que consigue su propósito.
Si comparamos la estructura de esta obra con otra que tiene similar trama como El médico volante comprobaremos que en esta ocasión en lugar de estar formada por un único acto y dieciséis escenas, "El amor médico" está estructurada en tres actos con seis escenas la primera y siete la segunda y tercera; además Molière un dramaturgo que se encuentra ya en el cént de su carrera no deja margen a la improvisación de los actores tal y como si hacía en la obra que estrenó seis años antes, lo que nos muestra la madurez y seguridad que ha ido adquiriendo el dramaturgo francés.
En resumen una obra entretenida que podemos leer en un rato y que nos hará reir con las ocurrencias de Liseta, y las conversaciones que mantienen los cuatro médicos.
Yo de ustedes la leería.
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