Más allá de la contienda
Esta obra reúne los artículos escritos por Romain Rolland a lo largo de la I Guerra Mundial (1914-1918) y es considerado el manifiesto pacifista más importante de la Gran Guerra.
Personajes: Romain Rolland
FICHA:
Editorial: Nórdica y Capitán Swing
Formato: Rústica con solapas
Año: 2014
Páginas: 168
Precio: 16,50 euros
Traductor: Carlos Primo
Esta colección de artículos es considerada como el manifiesto pacifista más importante de la Gran Guerra. Pero cuando empezamos a leer nos llevamos una sorpresa que es debida a que en los dos primeros capítulos -o artículos- lo único que deja entrever Rolland es que la culpa de lo que está ocurriendo en Europa es exclusivamente de Alemania. En lugar de intentar apaciguar los ánimos de todos aquellos potenciales lectores de sus artículos, Rolland atiza fuerte y duro enervando el sentimiento nacionalista francés; cierto es que en algunas frases -para edulcorar su posición- defiende al pueblo alemán para a continuación atizarla en el caso de que no levanten la voz contra su gobierno autoritario.El típico "que buena gente eres, tal y cual y cuando te des la espalda te acuchillo como a un perro". Muy pacifista no son estos artículos, eso sí siguen la línea de lo que los medios franceses opinaban por aquellas fechas del conflicto. Es más en la página 25 dice Rolland que los dos argumentos utilizados por los alemanes contra los franceses en los dos últimos meses (julio-septiembre de 1914 -justo coincide con el inicio de la Gran Guerra-) son y cito:
" 1. La guerra es la guerra, decís, lo que equivale a decir que no puede medirse con el resto de las cosas y que se halla al margen de la moral, de la razón y de todos los límites de la vida cotidiana, en una especie de trono sobrenatural ante el que uno sólo puede inclinarse sin rechistar.
2. Alemania es Alemania, es decir, sin medida común con el resto de los pueblos; las leyes que se aplican a los otros no se aplica a ella, y los derechos que se arroga para violar el Derecho no pertenecen a nadie más que a ella. De este modo Alemania puede, sin delito alguno, incumplir sus promesas, traicionar sus juramentos y violar la neutralidad de los pueblos que un día juró defender."
La actitud de Rolland me parece hipócrita no en balde sabemos que una de las razones que los alemanes esgrimían para enfrentarse a Francia -y sobre todo a Gran Bretaña- era el que la hubieran dejado fuera del reparto colonial que llevaron a cabo durante el siglo XIX franceses e ingleses, amén de otra serie de conflictos estratégicos y económicos. Curiosamente Rolland no hace referencia en absoluto a la negligencia francesa e inglesa que llevó a este punto.
Por otra parte el pacifismo de Rolland es algo extraño porque llega a entender que en el conflicto mueran personas pero detesta que se bombardeen ciudades históricas como Lieja o Lovaina, o monumentos como la catedral de Reims. Para ser considerado un escritor pacifista su ideario no casa mucho con esto...
Y lo escrito hasta ahora hace referencia solo a los dos primeros artículos! Si pasamos a los dos siguientes vemos que aún no se ha producido una evolución en el pensamiento de Rolland. Sigue presentándose como el adalid de la paz y en cambio continúa con la exaltación del sentimiento patrio francés denigrando a lo germánico; sigue salpicando su discurso de referencias en favor de los derechos humanos, de los pueblos para finalizar culpando a los alemanes de todo. La página 40 es un claro ejemplo de ello:
"¿Quién ha provocado en ellos esta necesidad desesperada de destruir al adversario o morir en el intento?¿ Quién, sino sus estados,y entre ellos, los que en mi opinión han sido los tres grandes culpables,las tres águilas rapaces, los tres imperios: la tortuosa política de Austria, el zarismo devorador y la Prusia brutal?"
Empiezo a entender el motivo por el que justamente un año después obtuvo el Premio Nobel.
"La Carta a Romain Rolland"es una carta que publica Rolland y que "en teoría" -otorguémosle el beneficio de la duda- le envía un ciudadano letón en la que acusa a los alemanes de ser históricamente unos opresores -en este caso de los ciudadanos de los estados bálticos- y que ve en los franceses e ingleses como libertadores.
Esto pasa de castaño oscuro; joder que si hay dos pueblos que históricamente han oprimido al débil estos han sido los ingleses (recordemos las colonias de explotación de la India o Egipto por poner los ejemplos más conocidos; o la llamada "Guerra del Opio" que se produjo entre los ingleses y chinos porque los primeros estaban inundando de este producto al país asiático para conseguir intervenir económicamente en ese país; por no hablar de la colonización francesa del sureste asiático o el reparto de África que hicieron franceses e ingleses que los llevó a enfrentarse en numerosas ocasiones. Y de esclavitud pues mejor no hablemos que los ingleses -y sus aliados portugueses- hicieron un gran negocio a costa del ser humano (los portugueses en los lejanos s.XV-XVI y los ingleses sobre todo en el s.XVIII y XIX).
Pero a partir de estos momentos la visión de Rolland cambia, por primera vez indica que el ejército alemán trata igual de bien a sus prisioneros que los franceses y que son los periódicos de ambos estados los que mienten con tal de provocar más odio entre las dos naciones. Además alaba la labor de la Cruz Roja -por primera vez una institución no religiosa tiene esa función humanitaria-.
Luego responde en un artículo a todos los que lo critican, pero ojo, lo critican por tener amigos alemanes no porque defienda a lo alemán -que como hemos visto hasta ahora es evidente que no hace sino más bien todo lo contrario-.
Y lo más interesante es la crítica que hace al ala política más belicoso de Francia que defiende "la generosa promesa de una guerra perpetua, de una guerra que dure tras la guerra, indefinidamente..." Desgraciadamente éstos son los que triunfaron y los que provocaron en el Tratado de Versalles esa humillación a Alemania que provocaría que el odio entre los dos estados continuara tras finalizar la guerra.
El giro radical en su pensamiento ya está dado y R.Rolland publica dos cartas que le envían por un lado los intelectuales catalanes y por otro los holandeses donde por ningún lado se ve rencor sino ganas de alcanzar una paz en la que no haya vencedores y vencidos.
A continuación en otro artículo escrito por él vuelve a defender a las instituciones que se están creando en Gran Bretaña, Francia y Alemania para ayudar a los emigrantes cuyo origen es el del rival para que puedan subsistir.
Cada vez es más evidente que Rolland se percata que la guerra no es culpa de un solo estado sino de todos los que se ven inmersos en ella.
Por fin en los últimos artículos da marcha atrás en parte de su argumentación inicial y habla de la barbarie occidental en África, China... (justo lo que comentaba de la esclavitud, la "Guerra del Opio" y demás). Ese artículo se llama "A los pueblos asesinados" y en él si vemos a un Rolland 100% pacifista, lo mejor del libro sin duda. Evidentemente ha transcurrido tiempo desde esos cuatro primeros artículos hasta éste último, exactamente dos años
¿Qué conclusión podemos sacar de la lectura de esta colección de artículos? Desde el punto de vista histórico es muy interesante porque se ve en una primera parte a un Rolland imbuido de las ideas nacionalistas francesas (teniendo en cuenta que acaba de iniciarse la I Guerra Mundial, y del palo que supuso a los franceses la humillación en la Guerra Franco-Prusiana 40 años antes) y como ese odio hacia lo alemán se va suavizando a medida que avanza la Guerra hasta que llega un momento en el que se percata que los culpables de ese estado de violencia y odio son todos los implicados y no solo los de un bando.
Solo por ver esa evolución merece mucho la pena.
Esta obra reúne los artículos escritos por Romain Rolland a lo largo de la I Guerra Mundial (1914-1918) y es considerado el manifiesto pacifista más importante de la Gran Guerra.
Personajes: Romain Rolland
FICHA:
Editorial: Nórdica y Capitán Swing
Formato: Rústica con solapas
Año: 2014
Páginas: 168
Precio: 16,50 euros
Traductor: Carlos Primo
Esta colección de artículos es considerada como el manifiesto pacifista más importante de la Gran Guerra. Pero cuando empezamos a leer nos llevamos una sorpresa que es debida a que en los dos primeros capítulos -o artículos- lo único que deja entrever Rolland es que la culpa de lo que está ocurriendo en Europa es exclusivamente de Alemania. En lugar de intentar apaciguar los ánimos de todos aquellos potenciales lectores de sus artículos, Rolland atiza fuerte y duro enervando el sentimiento nacionalista francés; cierto es que en algunas frases -para edulcorar su posición- defiende al pueblo alemán para a continuación atizarla en el caso de que no levanten la voz contra su gobierno autoritario.El típico "que buena gente eres, tal y cual y cuando te des la espalda te acuchillo como a un perro". Muy pacifista no son estos artículos, eso sí siguen la línea de lo que los medios franceses opinaban por aquellas fechas del conflicto. Es más en la página 25 dice Rolland que los dos argumentos utilizados por los alemanes contra los franceses en los dos últimos meses (julio-septiembre de 1914 -justo coincide con el inicio de la Gran Guerra-) son y cito:
" 1. La guerra es la guerra, decís, lo que equivale a decir que no puede medirse con el resto de las cosas y que se halla al margen de la moral, de la razón y de todos los límites de la vida cotidiana, en una especie de trono sobrenatural ante el que uno sólo puede inclinarse sin rechistar.
2. Alemania es Alemania, es decir, sin medida común con el resto de los pueblos; las leyes que se aplican a los otros no se aplica a ella, y los derechos que se arroga para violar el Derecho no pertenecen a nadie más que a ella. De este modo Alemania puede, sin delito alguno, incumplir sus promesas, traicionar sus juramentos y violar la neutralidad de los pueblos que un día juró defender."
La actitud de Rolland me parece hipócrita no en balde sabemos que una de las razones que los alemanes esgrimían para enfrentarse a Francia -y sobre todo a Gran Bretaña- era el que la hubieran dejado fuera del reparto colonial que llevaron a cabo durante el siglo XIX franceses e ingleses, amén de otra serie de conflictos estratégicos y económicos. Curiosamente Rolland no hace referencia en absoluto a la negligencia francesa e inglesa que llevó a este punto.
Por otra parte el pacifismo de Rolland es algo extraño porque llega a entender que en el conflicto mueran personas pero detesta que se bombardeen ciudades históricas como Lieja o Lovaina, o monumentos como la catedral de Reims. Para ser considerado un escritor pacifista su ideario no casa mucho con esto...
Y lo escrito hasta ahora hace referencia solo a los dos primeros artículos! Si pasamos a los dos siguientes vemos que aún no se ha producido una evolución en el pensamiento de Rolland. Sigue presentándose como el adalid de la paz y en cambio continúa con la exaltación del sentimiento patrio francés denigrando a lo germánico; sigue salpicando su discurso de referencias en favor de los derechos humanos, de los pueblos para finalizar culpando a los alemanes de todo. La página 40 es un claro ejemplo de ello:
"¿Quién ha provocado en ellos esta necesidad desesperada de destruir al adversario o morir en el intento?¿ Quién, sino sus estados,y entre ellos, los que en mi opinión han sido los tres grandes culpables,las tres águilas rapaces, los tres imperios: la tortuosa política de Austria, el zarismo devorador y la Prusia brutal?"
Empiezo a entender el motivo por el que justamente un año después obtuvo el Premio Nobel.
Sí es cierto que en estos primeros artículos atiza fuerte y duro a los internacionalistas y a la Iglesia por ponerse al lado de la guerra y no de la paz (el gran fracaso del movimiento socialista fue ese, que en lugar de defender que los trabajadores como miembros de un mismo grupo social no debían intervenir en la Gran Guerra, apoyaron el nacionalismo y por tanto la intervención en el conflicto) pero nuevamente finaliza de la misma forma la culpa de todo es de los alemanes.
"La Carta a Romain Rolland"es una carta que publica Rolland y que "en teoría" -otorguémosle el beneficio de la duda- le envía un ciudadano letón en la que acusa a los alemanes de ser históricamente unos opresores -en este caso de los ciudadanos de los estados bálticos- y que ve en los franceses e ingleses como libertadores.
Esto pasa de castaño oscuro; joder que si hay dos pueblos que históricamente han oprimido al débil estos han sido los ingleses (recordemos las colonias de explotación de la India o Egipto por poner los ejemplos más conocidos; o la llamada "Guerra del Opio" que se produjo entre los ingleses y chinos porque los primeros estaban inundando de este producto al país asiático para conseguir intervenir económicamente en ese país; por no hablar de la colonización francesa del sureste asiático o el reparto de África que hicieron franceses e ingleses que los llevó a enfrentarse en numerosas ocasiones. Y de esclavitud pues mejor no hablemos que los ingleses -y sus aliados portugueses- hicieron un gran negocio a costa del ser humano (los portugueses en los lejanos s.XV-XVI y los ingleses sobre todo en el s.XVIII y XIX).
Pero a partir de estos momentos la visión de Rolland cambia, por primera vez indica que el ejército alemán trata igual de bien a sus prisioneros que los franceses y que son los periódicos de ambos estados los que mienten con tal de provocar más odio entre las dos naciones. Además alaba la labor de la Cruz Roja -por primera vez una institución no religiosa tiene esa función humanitaria-.
Luego responde en un artículo a todos los que lo critican, pero ojo, lo critican por tener amigos alemanes no porque defienda a lo alemán -que como hemos visto hasta ahora es evidente que no hace sino más bien todo lo contrario-.
Y lo más interesante es la crítica que hace al ala política más belicoso de Francia que defiende "la generosa promesa de una guerra perpetua, de una guerra que dure tras la guerra, indefinidamente..." Desgraciadamente éstos son los que triunfaron y los que provocaron en el Tratado de Versalles esa humillación a Alemania que provocaría que el odio entre los dos estados continuara tras finalizar la guerra.
El giro radical en su pensamiento ya está dado y R.Rolland publica dos cartas que le envían por un lado los intelectuales catalanes y por otro los holandeses donde por ningún lado se ve rencor sino ganas de alcanzar una paz en la que no haya vencedores y vencidos.
A continuación en otro artículo escrito por él vuelve a defender a las instituciones que se están creando en Gran Bretaña, Francia y Alemania para ayudar a los emigrantes cuyo origen es el del rival para que puedan subsistir.
Cada vez es más evidente que Rolland se percata que la guerra no es culpa de un solo estado sino de todos los que se ven inmersos en ella.
Por fin en los últimos artículos da marcha atrás en parte de su argumentación inicial y habla de la barbarie occidental en África, China... (justo lo que comentaba de la esclavitud, la "Guerra del Opio" y demás). Ese artículo se llama "A los pueblos asesinados" y en él si vemos a un Rolland 100% pacifista, lo mejor del libro sin duda. Evidentemente ha transcurrido tiempo desde esos cuatro primeros artículos hasta éste último, exactamente dos años
¿Qué conclusión podemos sacar de la lectura de esta colección de artículos? Desde el punto de vista histórico es muy interesante porque se ve en una primera parte a un Rolland imbuido de las ideas nacionalistas francesas (teniendo en cuenta que acaba de iniciarse la I Guerra Mundial, y del palo que supuso a los franceses la humillación en la Guerra Franco-Prusiana 40 años antes) y como ese odio hacia lo alemán se va suavizando a medida que avanza la Guerra hasta que llega un momento en el que se percata que los culpables de ese estado de violencia y odio son todos los implicados y no solo los de un bando.
Solo por ver esa evolución merece mucho la pena.
Comentarios
Publicar un comentario