Otra magnífica edición que nos presenta Nórdica que sin duda alguna es una de mis editoriales preferidas ya que aúna buena literatura con maravillosas ilustraciones.
En este caso nos presenta el relato "La Cata" del escritor Roald Dahl con ilustraciones de Iban Barrenetxea. Son tan solo 80 páginas, pero 80 páginas intensas que merecen mucho la pena.
La obra nos presenta una cena a la que asisten seis comensales: los anfitriones -son los Schoflield con su hija-, el narrador y su esposa y un famoso catador: Pratt.
Las mujeres no tienen ningún peso en la obra (bueno realmente la hija de los Schoflield si, tal y como veremos posteriormente, aunque de manera indirecta) por lo que se fundamenta en una lucha de machos alfa: el catador Pratt y el rico y pedante Schoflield.
El enfrentamiento gira en torno a una lucha entre ambos protagonistas que acaba en una apuesta: el catador debe averiguar el nombre, cosecha, bodega...de un vino y si acierta Schoflield le concederá la mano de su hija sin contar con el permiso de ella previamente.
A partir de aquí imaginen los nervios que sufren los comensales, la disputa familiar, el regodeo de Pratt pensando que se va a casar con la hija de un rico hombre solo por averiguar cuál es el vino que va a probar, la satisfacción que tiene Schflield pensando en que va a derrotar al catador...
¿Y qué ocurre al final? ¿Acierta el catador y por tanto se casa con la chica? ¿yerra ante el descojone del anfitrión?
No se queden con la duda y léanlo, mejor pasar una hora disfrutando de la literatura y las ilustraciones que nos presenta Nórdica, que pasarla viendo en Telecinco a un tío que nos explica porqué se ha operado las orejas.
En este caso nos presenta el relato "La Cata" del escritor Roald Dahl con ilustraciones de Iban Barrenetxea. Son tan solo 80 páginas, pero 80 páginas intensas que merecen mucho la pena.
La obra nos presenta una cena a la que asisten seis comensales: los anfitriones -son los Schoflield con su hija-, el narrador y su esposa y un famoso catador: Pratt.
Las mujeres no tienen ningún peso en la obra (bueno realmente la hija de los Schoflield si, tal y como veremos posteriormente, aunque de manera indirecta) por lo que se fundamenta en una lucha de machos alfa: el catador Pratt y el rico y pedante Schoflield.
El enfrentamiento gira en torno a una lucha entre ambos protagonistas que acaba en una apuesta: el catador debe averiguar el nombre, cosecha, bodega...de un vino y si acierta Schoflield le concederá la mano de su hija sin contar con el permiso de ella previamente.
A partir de aquí imaginen los nervios que sufren los comensales, la disputa familiar, el regodeo de Pratt pensando que se va a casar con la hija de un rico hombre solo por averiguar cuál es el vino que va a probar, la satisfacción que tiene Schflield pensando en que va a derrotar al catador...
¿Y qué ocurre al final? ¿Acierta el catador y por tanto se casa con la chica? ¿yerra ante el descojone del anfitrión?
No se queden con la duda y léanlo, mejor pasar una hora disfrutando de la literatura y las ilustraciones que nos presenta Nórdica, que pasarla viendo en Telecinco a un tío que nos explica porqué se ha operado las orejas.
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