Sin noticias de Gurb
Novela satírica escrita por Eduardo Mendoza y publicada en 1991 que nos narra la búsqueda de un extraterrestre en la Barcelona preolímpica (Gurb) por parte de otro alienígena.
Personajes: Gurb, extraterrestre, señor Joaquín, señora Mercedes.
FICHA:
Editorial: Seix Barral
Formato: Tapa Blanda
Año: 2001
Páginas: 144
Precio: 12 euros
Solo puedo decir que Eduardo Mendoza es un genio del humor y la sátira. Son pocas las páginas las que tiene el libro pero en cada una de ellas te saca una sonrisa y eso en literatura es muy difícil de conseguir.
La novela está escrita a modo de diario lo que le da mucho juego al autor pues gracias a esta forma de escribir consigue transmitir vivacidad y verosimilitud si es que la historia de un par de extraterrestres puede parecer real...
Por otro lado a través de estos personajes tan extraños realiza una crítica a todo lo que rodeó a los JJOO de Barcelona. Paradójicamente el hecho de que la crítica la hagan unos extraterrestres le da una nota de realidad a lo descrito puesto que son seres exógenos a nuestra población los que la realizan (sin estar expuestos a ningún tipo de ideología política que "infecte" esa crítica). De este modo encontramos en la novela un párrafo en el que nos describe como el extraterrestre va cayendo de zanja en zanja porque Barcelona está tomada por las empresas constructoras.
La crítica va más allá y en un determinado momento el extraterrestre nos explica las diferencias entre ricos y pobres:
"La diferencia fundamental entre los ricos y los pobres parece ser ésta: que los ricos, allí donde van, no pagan, por más que adquieran o consuman lo que se les antoje. Los pobres, en cambio, pagan hasta por sudar. La exención de que gozan los ricos puede venirles de antiguo o haber sido obtenida recientemente, o ser transitoria, o ser fingida; en resumidas cuentas, lo mismo da".
En cuanto al estilo lo que me parece más interesante de la novela es que el autor consigue mantener la sonrisa en la cara del lector utilizando el estilo indirecto, mucho mas propenso a ser utilizado en novelas que parecen ser más elaboradas y "serias" en lugar del estilo directo dialogado que permite una mayor interacción con el lector.
Eso si, lo que no debemos es elevar las expectativas respecto a la obra. Es una muy buena novela para divertimento y para conocer la Barcelona de la época pero no esperan una carcajada continua porque entonces la decepción será muy grande. Por cierto me gustaría reivindicar la figura de Eduardo Mendoza. que es capaz de escribir historias tal hilarantes como Tom Sharpe aunque no sea tan reconocido como el británico..
No dejen de leerlo.
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