Por
la parte de Swann
Primera parte de El Tiempo Perdido de
Marcel Proust.
Personajes: Narrador (al que los
expertos denominan Marcel), Charles Swann, Odette, la Madre del narrador, Mme
Verdurin, Gilberte
.
Ficha
Edita: RBA editores
Año: 2013
Páginas: 512 páginas
Formato: Tapa dura
Precio: 22
euros
La primera entrada del blog la he dedicado a un libro que me ha sorprendido gratamente. Uno de esos libros que nadie te recomienda leer por su farragosa lectura, pero que acabas leyendo porque aparece en todas las listas de los mejores libros del siglo xx.
Escrita por Marcel Proust en 1913 esta primera parte (este año se cumple el primer centenario), terminó la serie en 1922, aunque se publicó póstumamente en 1927.
Por la Parte de Swann, no es la típica novela realista que se dedica a describir, sin apenas emocionarnos con lo que se dice. En el caso de Proust cierto es que hay numerosas descripciones pero estas no tienen el objetivo de que nos imaginemos lo que el autor quiere, sino que pretende que sintamos lo mismo que sintió el. El ejemplo más claro lo tenemos en la descripción que hace de la magdalena y el té (en esta edición páginas 62-66).
La novela (primera de las siete partes que forma En busca del Tiempo Perdido) está formada por 3 partes: I. Combray. II. Un amor de Swann. III. Nombre de Países: el nombre.
En la primera parte el personaje principal es el narrador, junto a su madre. La acción (la poca que hay) transcurre en la localidad de Combray que da título a la primera parte de la novela. Hay una relación afectiva entre madre y narrador que no tiene la misma dirección. El narrador un joven aún, necesita del cariño de su madre, y esta se lo da solo en aquellas ocasiones en las que no hay fiestas y por tanto invitados. En estos casos, la falta de cariño de la madre hacia el hijo lo achaca éste a que su padre obliga a la madre a ello. En esta parte nos encontramos además con otro personaje la tía Léonie y su ama de llaves Françoise. La vida de ambas (aburrida) solo se ve salpicada los domingos por los chismes del pueblo que le lleva el sacerdote o una señora que la visita. Aquí dejo alguna foto de Combray para que imaginemos donde se desarrolla la acción de esta primera parte.
En la segunda parte ya es Swann el gran protagonista, y aquí se nos narra el amor que siente hacia Odette, el amor a primera vista, los celos, el desamor, todo maravillosamente descrito por Proust. Esta parte mucho más fácil de leer que la anterior, se desarrolla casi íntegramente en París.
Tiene párrafos en los que parece que somos nosotros los
lectores, los que lo estamos viviendo, ¿a nadie le ha ocurrido de joven (me
refiero a tener entre 15-25 años) que sale con un/a chico/a pensando en que no es nada serio, pero
realmente está enamorado/a de esa persona? ¿y en algún momento esa persona deja
de llamarte y piensas en llamarla o mejor esperar a que ella te llame, para no
"humillarte ante ella", y cuando finalmente os encontráis todo lo
malo que pensabais de esa persona por haber dejado de pensar en ti, desaparece?
Pues eso lo
describe maravillosamente este escritor, consigue no solo que leas una novela
sino que hagas a la vez una retrospectiva de tu vida,-al menos en este volumen- de tu juventud.
En la tercera y
última parte vuelve a ser el narrador el protagonista (ya que Swann lo fue de
la segunda).En ella creo que empieza una relación con la hija de Swann,
Gilberte, que se desarrollará en las siguientes partes de la obra.
En cuanto a la traducción (realizada por Carlos Manzano) me parece correcta, aunque hay un par de vocablos que me sorprenden que se hayan colado en la obra: "guay" y "chachi", puesto que no son términos usados a principios del siglo XX.
A lo largo del volumen se hacen continuas referencias al arte (sobre todo a pinturas del renacimiento que se comparan con personajes de la novela). Quizá la mas evocadora de todas es la refencia que hace a la sonata Vinteuil que aquí os dejo para que la disfrutéis.
Entre las distintas partes que forman la novela hay algunos saltos en el tiempo (una de las principales características en el estilo de Proust), que te dejan con algunas dudas. Como por ejemplo cuando en la tercera parte nos narra el amor que siente el narrador por la hija de Swann y Odette, cuando en la segunda parte nos daba a entender que definitivamente se separarían para siempre ¿nos indicará en algún momento de la obra qué es lo que sucedió para que finalmente se casaran Swann y Odette?
Nos encontramos pues ante una novela muy recomendable, eso si para leer con tranquilidad para poder disfrutar de cada uno de los grandes momentos que nos ofrece Proust en su novela.
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